martes, 4 de octubre de 2016

En la fiesta con mi prima Laura

Hola, soy un chico de 25 años con carrera universitaria y quería contaros una historia que tuve con una de mis primas, Laura, una historia morbosa donde las haya de sexo familiar totalmente verídica y que ha sido con diferencia lo más excitante que me ha pasado en mi vida. Laura tiene 21 años y está casada sin hijos, a mi siempre me ha atraído y creo que el sentimiento ha sido mutuo porque eso se sabe enseguida, pero siempre nos hemos hecho los tontos para no tener problemas.

Todo comienza con aquellas miradas que nunca faltan por parte de los hombres en una reunión familiar hace un año, me considero un hombre mirón que siempre está atento al mínimo detalle de los chochitos de las mujeres, siempre noté en Laura un bulto extra a la altura del coño cuando llevaba mallas o pantalones ajustados y eso solo significaba que debía tener un coño gordo y carnoso de los que me hacen la boca agua. Ella me parecía una mujer muy coqueta que siempre notó que yo miraba su entrepierna sin cortarme en absoluto, buscaba la forma de ponerse en frente o a mi lado para tener así un mínimo de contacto visual y estoy seguro de que también se ponía cachonda imaginando que mi polla la taladraba, no sería la única de las chicas follando en familia que he visto por ahí y es que esto de los incestos se lleva mucho últimamente

Siempre fui cariñoso y atento con ella y la acompañaba a partes lejanas y de mi lado nunca hubo una insinuacion, hasta que un dia decidi intertar algo; Laura me pidio que la acompañara a una zona alejada de la provincia donde ella se había alquilado una casa nueva y se le habían olvidado unas cosas, yo accedi sin ningun problema ya que mi novia veia esa situacion lo mas de lo normal, ese dia Laura llevaba puestas unas medias de licra y una minifalda, un jersey con mucho escote del que se le salían sus grandes tetas y aparentemente o tenía frío o estaba cachonda porque se le marcaban los pezones un montón.

Cuando llegamos a su casa me dijo que esperara en el coche porque bajaría enseguida, pero yo no le hice caso y entré con ella. Su mirada expresaba deseo y sabía perfectamente que aquella tarde acabaríamos follando, pero no decía ni una sola palabra. Cuando entramos ella subió al piso de arriba y mientras yo pensaba la forma de entrarle, de repente me dijo que subiera un momento porque no encontraba unas cosas.

A mi me pareció extraño porque si ella no las encontraba imagínate yo, no era mi casa ni tampoco sabía donde colocaba las cosas, pero cuando subí descubrí que aquella zorra lo había preparado todo y me estaba esperando en la cama sin la falda y con tan solo los pantys y un tanguita blanco que marcaba su rajota del coño increíblemente. Con cara de tondo me quedé mirando y me dijo: "venga cerdo, sé que llevas todo el día mirándome el coño y ahora por fin vas a verlo de cerca, en vivo y en directo"...

No había terminado de decirlo y yo ya estaba de rodillas retirándole el tanguita y comiéndole todo el chocho, estaba depilada y cuando abría sus labios vaginales notaba con la lengua un enorme clítoris que se iba poniendo cada vez más duro a medida que lo chupaba. Mientras le hacía sexo oral me bajé los pantalones y empecé a hacerme una paja, pero ella me dijo que lo dejara porque eso era cosa suya, me dijo que me tumbara en la cama y se puso encima de mi pero al revés, es decir, hicimos un 69 y no imagináis cómo se tragaba aquella mujer mi pene erecto a reventar.

Obviamente correrme fue cuestión de segundos y ella también se corrió en mi boca, prácticamente nos corrimos al unísono y me supo fatal porque yo quería disfrutar de ella mucho más. Pero era una chica muy lista y me dijo que tenía preparada una excusa. Cogió el teléfono delante de mi y llamó a casa de mis padres donde se celebraba la fiesta, diciendo que habíamos pinchado dos ruedas y que tardaríamos un par de horas en llegar. Eso me dio tregua para follármela hasta por las orejas e incluso se me pasó por la cabeza llamar a un par de follamigas para hacer una orgía amateur allí mismo, pero lo descarté porque quería estar a solas con ella...

Nada más colgar me dijo que tenía ganas de sentir mi polla en su culo y aunque yo no aguanto dos polvos seguidos si no descanso al menos una hora, seguía teniendo la polla hasta arriba y solo habían pasado cinco minutos de la primera eyaculación. Me dijo que permaneciera tumbado de nuevo y aprovechando mi leche y su flujo vaginal, se lo restregó por el culo mientras se iba metiendo dedos, empezó con uno y acabó con tres dedos dentro del ojete masturbándose analmente mientras me hacía una paja a mi.

Una vez dilatado y con toda la naturalidad del mundo, se sentó sobre mi polla y simplemente se dejó caer, metiéndose hasta el fondo mi verga mientras me miraba fijamente y con una sonrisa en la cara. Empezó a cabalgar primero lentamente aunque hasta el fondo y cuando me quise dar cuenta la muy guarra iba a toda velocidad. Por momentos sentía que me rompía el rabo, pero estaba sintiendo un placer indescriptible y a los pocos minutos le dije que me corría otra vez, entonces ella empezó a masturbar su coño rápidamente y volvimos a sincronizar nuestros orgasmos.

En dos horas echamos 4 polvos, alucinante, jamás pensé que podría follar tan seguido pero eso es porque no había conocido a una hembra como mi prima, además de que cometer incesto me puso muy pero que muy cachondo.

Cuando llegamos a la fiesta ella actuaba con normalidad y nada más llegar besó a su marido mientras me miraba sonriente... Este fue el comienzo de nuestro romance y a día de hoy aún dura.